Este 10 de diciembre es un día clave para recordar la importancia de la protección de los Derechos Humanos.
Ojalá pudiéramos hablar de un mundo en el que la violencia va ocupando cada vez un lugar menor.
Ojalá pudiéramos hablar de un mundo en el que la infancia gozara de espacios cada vez más seguros.
Ojalá poder hablar de un lugar más digno para todas y todos, independientemente de su origen, género, orientación sexual o creencias religiosas.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos se creó con el objetivo de que el mundo no volviera a caer en una deriva de violencia y terror. Tuvieron que morir millones de personas para que el mundo decidiera sentarse a dar este paso. Poco más de 50 años después, la realidad es que seguimos presenciando eventos tremendamente violentos, injusticias que marcarán la vida de sus víctimas para siempre. Debemos seguir buscando la manera de erradicar estas injusticias, alzando la voz todo lo que podamos por defender los Derechos Humanos como única vía para un mundo mejor.