Cuando marcar la X para entidades sociales sirve para que más de 1.700 personas puedan salir de la droga

xsolidariaHabía dedicado toda su vida laboral al mundo de la noche. Ahora tiene 47 años y un deseo de dejar un trabajo que le ata a una adicción y al que tiene claro que no quiere volver. El camino no va a ser fácil, llega a Progestión con un desánimo importante, con fuertes sentimientos de incapacidad, con la única relación con el mundo laboral ligada a la adicción, sin saber cómo desvincular esta relación ni cómo redirigir su vida. Actualmente, está en un curso de capacitación, muy comprometido y con muy buenos informes de sus formadores. Ha realizado entrevistas de trabajo que ha resuelto satisfactoriamente, lo cual le ha empoderado y le ha hecho ver que es posible salir adelante.

Este es el caso de uno de los más de 1.700 usuarios que hemos atendido en Progestión, desde que pusimos en marcha el Proyecto Macadam, financiado íntegramente con el 0,7% del IRPF. MACADAM arrancó en el año 1999 centrado en la atención a las personas con adicciones, trabajando con ellas para recuperar las habilidades sociales perdidas, dando respuesta a la soledad de quienes están en un proceso de estas características, con situaciones de frustración, estrés, recaídas. Un 80% de los usuarios son hombres, con una media de edad que ronda los 42 años, desempleados y con baja formación. El perfil de las mujeres es similar, pero además a su situación se suma el hecho de que, en general, tienen responsabilidades familiares.

El proyecto Macadam genera un espacio en el que se conjuga la experiencia, atención y conocimiento a todos los problemas de las adicciones y sus situaciones derivadas. Pero, al mismo tiempo, se crea un espacio de normalización donde las personas se relacionan y realizan actividades con otras fuera del ámbito de las adicciones. Esto es lo que más resaltan tanto participantes como profesionales.

Una media del 30% de inserción laboral

La dureza de las situaciones a las que se enfrentan quienes trabajan en este proyecto se ve recompensada si se analizan los resultados de un programa que se financia gracias a la población que marca la casilla de los fines solidarios en su declaración de la renta. “En los últimos 5 años, hemos logrado una media de inserción laboral del 30 por ciento”, explica nuestra compañera Paloma Sánchez, técnica de Empleo en la asociación e impulsora del proyecto Macadam en los últimos tres años.

trabajoY es que el problema de las adicciones viene asociado a una gran desvinculación con el mercado laboral, “en su mayoría son desempleados de larga duración, lo que conlleva una pérdida de habilidades laborales y sociales”, subraya.

A partir de ahí, de la situación de desempleo prolongada, llegan el resto de las dificultades, pérdida de poder adquisitivo, estatus social, autoestima, redes sociales y, en muchos casos, la vivienda. “Dado su problema de adicción, el trabajo suele actuar, cuando se puede mantener a largo plazo, como un instrumento de protección frente a las recaídas. Además de ser clave para volver a la sociedad como personas de pleno derecho y hacerse cargo de sus obligaciones”, apunta Paloma Sánchez.

“Yo, personalmente, observo, que las personas que han estado o están en tratamiento, se apoyan mucho en Macadam con respecto a la contención de los deseos de consumo o incluso a comunicar consumos puntuales para trabajar estrategias de prevención de recaídas”, señala Paloma, quien subraya que un programa de estas características “cubre una necesidad social constatada”.

En la Asociación Progestión trabajamos de manera muy cercana el problema de cada una de estas personas, con seguimientos exhaustivos y con profesionales de referencia dispuestos a escuchar y a ayudar. Esto hace que haya personas que pasan por el programa y continúen ligados a él de una u otra manera. Es el caso de José, un hombre de algo más de 50 años que llegó aquí en el año 2003, en un momento difícil de su vida. Las drogas le habían llevado a la cárcel. Su entrada en el programa Macadam le ayudó a encontrar empleo, a rehacer su vida y a dejar atrás una vida que él mismo califica de “pesadilla”.

La importancia de marcar la casilla de fines solidarios

RentaterapiaSi no existiera Macadam, las personas que han pasado por un proceso de tratamiento de rehabilitación de adicciones se quedarían sin un apoyo para la estabilización personal que da cabida no solo a los que han seguido tratamiento en centros públicos sino, especialmente, a las personas que han realizado el tratamiento en otros recursos o que por requisitos no entran en los programas de los centros públicos.

En determinados servicios se exige que las personas que acuden a ellos tengan cuatro meses de abstinencia consolidada y demostrada. La filosofía del proyecto Macadam está basada en la confianza, se pide una abstinencia que se comprueba en lo que la persona comunica y en la observación de la técnico. Aunque la abstinencia sea menor de cuatro meses hay muchos casos en los que el hecho de verse en un movimiento “normalizado” en la búsqueda de empleo sirve de motivación para mantenerse alejado de sus adicciones y para consolidar el cambio de vida.

Este año, ¡acuérdate de Marcar la X Solidaria!.

Si queréis conocer mejor el proyecto Macadam, nuestra compañera Paloma Sánchez te lo explica en menos de 40 segundos.

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