La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro de los países y entre ellos. Así lo subraya Naciones Unidas, para quien, además, la búsqueda de la justicia social universal representa el núcleo de su misión en la promoción del desarrollo y la dignidad humana. Y aunque es un principio en el que hay que trabajar día a día, desde la ONU se quiso visibilizar su importancia y lo hizo con un Día Mundial de la Justicia Social, celebración que tiene lugar cada 20 de febrero.
“El mundo ha cambiado drásticamente, ya no vivimos en un mundo deshabitado, con relativamente pocos seres humanos con sus utensilios. Ahora vivimos en la era del Antropoceno, en un mundo colmado, en el cual la actividad humana está alterando drásticamente sus sistemas ecológicos de subsistencia”, argumentaba Naciones Unidas en su decisión de noviembre de 2007. Por ello, añadía, “si queremos crear una prosperidad sostenible, si buscamos mejorar el bienestar humano y la equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica, vamos a necesitar una nueva visión de la economía y su relación con el resto del mundo, una visión que esté mejor adaptada a las nuevas condiciones que enfrentamos”.
Y es que nunca podremos presumir de una sociedad con justicia social, si los derechos humanos no son respetados y si seguimos olvidándonos de que las personas más desfavorecidas necesitan contar con oportunidades reales de desarrollo personal y social. Algo por lo que trabajamos desde hace 27 años en la Asociación Progestión. De ahí que nos sumemos a la celebración del Día Mundial de la Justicia Social y al apoyo que supone a la comunidad internacional en el claro y firme objetivo de erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social.
¡Por una justicia social para todos!