No es un trabalenguas, es la constatación de que cambiando pequeños gestos cotidianos podemos mejorar exponencialmente nuestras vidas, el aire que respiramos y el planeta que dejaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos.
Aforo completo en el taller sobre reciclaje que el pasado martes se desarrolló en nuestra sede de Madrid, y al que estaban invitados todos los vecinos del barrio. Estas son algunas de sus conclusiones tras pasar por él:
“(El taller) me ha ayudado a saber dónde retirar los residuos”
“(Reciclar) parece sencillo, pero resulta que cotidianamente no hacemos las cosas de la manera apropiada”
“Es muy importante la concienciación ciudadana para reciclar desde el origen, que es nuestra propia casa”
“(Reciclar) me parece muy interesante para el medio ambiente y para nuestra generación”
«He aprendido que concienciando a todas las personas tendremos un mundo mejor y limpio”
El perfil de los asistentes fue muy heterogéneo en edad (de 21 a 55 años) y en nacionalidad (española, siria, dominicana, brasileña, hondureña…). Todos y todas, juntos, nos reciclamos reciclando. Y, para empezar cuanto antes, en lugar de un diploma nos llevamos a casa una bolsa amarilla.
Esta actividad forma parte de la campaña puesta en marcha por el Ayuntamiento de Madrid y la empresa Ecoembes bajo el lema «Separa, recicla, quiere a Madrid«.