Una ciudad, Valladolid. Un grupo de mujeres vecinas de la ciudad con inquietudes diferentes, pero que, desde hace ya más de un año, comparten vivencias, preocupaciones, dificultades, planes, risas, desayunos, cine, formación…, aprenden las unas de las otras, se apoyan, impulsan, crecen y se reconocen en las otras, sin juzgarse y respetándose en su diferencia. Y un espacio cultural y de encuentro, la Casa de la India, que ha cumplido diez años y lo celebra con una exposición que da la posibilidad de acercarse a la vida en este país.
Desde la Asociación Progestión hemos querido participar en esta conmemoracion y aportar nuestro granito de arena al fomento de la interculturalidad, al encuentro de gentes de diferentes lugares, promoviendo la participación comunitaria. Por eso, hace unos días estuvimos en la Casa de la India a través del proyecto “Rutas entre Mujeres”, una iniciativa enmarcada en las acciones de atención psicosocial que se llevan a cabo con las mujeres migrantes. Mujeres con diversos orígenes (Marruecos, México, Venezuela, República Dominicana, Colombia y España), que se encontraron en encontraron en un espacio dedicado a una cultura tan heterogénea como nuestro grupo, la India.
La importancia de la obra de Tagore
A partir de un ritual de bienvenida, donde además se dejaron escuchar algunos cantos de Marruecos, los indígenas de México e indios, Mercedes, la directora de la Casa, desplegó toda su generosidad y nos guió en la visita. De su mano pudimos acercarnos a Tagore, el Miguel Ángel de la India, que además impulsó las reformas sociales de protección a la mujer india en su tiempo. Conocimos la biblioteca, que se puede utilizar con el carnet municipal de las bibliotecas de Castilla y León; escuchamos una poesía como muestra de la obra de Tagore; conocimos y nos deleitaron con los instrumentos musicales más típicos de la India…
Incluso pudimos contemplar una réplica de la fachada de uno de los tipos de construcciones, al dios SHIVA, el carrito típico de la India, una pajarera,… Uno de los espacios que más impresionó junto al chill-out. También hubo tiempo para hablar de la religión, las religiones… ¡Y se pusieron el sari! Y todo ello, acompañado de un chai, un té indio especiado y con leche delicioso, con galleta de canela… ¡Fue como estar en la India!
Trabajar por la integración de las diferentes culturas
A través de los espacios que conocimos, se invitó a la reflexión sobre la necesidad que todas y todos tenemos de participar en la sociedad en la que vivimos, de poder integrar las diferentes culturas en comunidad desde el respeto, el conocimiento y la importancia de visibilizar. Se trata de que, entre las diferentes culturas y desde el compartir, construyamos una filosofía sencilla de vida que reduzca los prejuicios.
La sintonía fue especial, símbolo de que es posible, de que es necesario, de que es hermoso crear estos espacios de encuentro donde todas y todos, podemos sentir que somos valiosos, aportamos e importamos a otras y otros… Y más, cuando nuestras sociedades son cada vez más diversas. Salgamos y demos a conocer nuestras culturas. Salgamos y conozcamos las otras culturas. Salgamos y vivamos, que no somos tan diferentes, que todas y todos compartimos vivencias, inquietudes, miedos, alegrías, valores…
Gracias Mercedes. Gracias a la Casa de la India en Valladolid. Vuestra generosidad es el ejemplo de la generosidad que debemos perseguir las personas. Estamos seguras de que podremos compartir con vosotras nuevas actividades… ¡Seguiremos abriendo caminos!